La vieja, vieja Europa. Señorona noble que ha sacrificado siempre que ha sido necesario a sus hijos para mantener su estatus. Una Vieja Reina con achaques y pústulas por mucho que la vistan de moderna Unión Irreal. Esa Europa que vende democracia y libertad y recibe el nobel de la Paz mientras cierra fronteras a quienes a mandamos a la miseria por nuestros intereses más oscuros. Servil al imperio económico e intolerante con los pobres del mundo. Si siempre lo fue con sus súbditos, ¿qué esperamos que haga con los de fuera?. Esos que colonizamos a hierro y fuego y seguimos robando siglos después.
Una Europa capaz de pactar con el Dictador Turco y ofrecerles el oro y el moro para que hagan el trabajo sucio de defenestrar al refugiado que suplica piedad. Que se manchen ellos las manos de sangre y las botas de barro para que la Gran Dama no se vea salpicada de nada más que su fría y letal indiferencia al dolor ajeno. Y si hace falta, dejamos que se nos una una pseudo-democracia que pisotea derechos humanos. Siempre es bueno tener alianzas con mercenarios sin escrúpulos.
La vieja vieja Europa, sólo unida por el interés, rota por todo los demás.
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